
Con el paso de los años la piel pierde tensión, lo que favorece el desarrollo de lo que comúnmente se conoce como papada o doble mentón.
Además de ser un signo de la edad, la papada nos hace lucir con mayor edad y hace que la forma de nuestro rostro se pierda.
A partir de los 30 años es cuando estos cambios comienzan a tener efectos visibles en nuestra piel, sin embargo, en nuestros veintes estamos a tiempo de prevenir y minimizarlos al máximo.
La acumulación de grasa en esta zona del cuerpo, así como en muchas otras, se debe a una mala alimentación y la retención de líquidos. Por ello te recomendamos:
* Quita de tu dieta grasas saturadas y azúcares refinadas.
* No olvides beber mínimo un litro y medio de agua al día.
* Procura comer más pescado que carne.
* Consume lácteos, y sus derivados, que sean descremados.
* Come mucha fibra: arroz, pasta y legumbres.
* Pronuncia las 5 vocales marcándolas y abriendo bien la boca, haz 10 repeticiones al día.
* Con tu lengua haz círculos sobre tu paladar superior en sentido a las agujas del reloj, con la boca cerrada, Repítelo 10 veces, 3 veces al día.
* Mantén recta tu espalda y cruza los brazos, estira el cuello hacia adelante y gira la cabeza a la derecha, espera en esa posición 2 segundos y regresa tu cabeza al centro para luego hacer lo mismo pero en el sentido contrario. 10 veces al día de cada lado son suficientes.
* ¿Recuerdas el personaje de Eugenio Derbez que decía 'Pregúntame ca…ón'? Pues sonreír de manera invertida tensando los músculos del cuello 10 veces al día, evitará que en unos años tengas papada.
* Si de plano crees que no tienes tiempo de hacer ninguno de estos ejercicios, siempre puedes recurrir a un chicle. Mascarlo hará que tus músculos del cuello trabajen.
* Aplica crema hidratante para combatir la flacidez para que realice un efecto tensor. Hazlo de abajo hacia arriba suavemente.
* Usa protector solar para evitar que tu piel envejezca y pierda elastacidad más rápido.
Evita la tan molesta "Papada".



